Aire acondicionado con bomba de calor o calefacción tradicional

Publicado: 21 noviembre 2025

Tiempo de lectura: 3 minutos

Este artículo no se queda en la teoría. Vamos a ver qué opción consume más energía (y dinero), qué factores influyen de verdad y por qué la bomba de calor se ha convertido en la solución más lógica para mantener la temperatura sin disparar la factura.

Cuando los días empiezan a acortarse y las temperaturas caen, vuelve la misma duda a los hogares: ¿qué consume más, el aire acondicionado con bomba de calor o la calefacción tradicional?
No es solo una cuestión de confort, es también una decisión que afecta al gasto mensual, a la eficiencia de tu sistema… y al ambiente que quieres tener en casa durante el otoño y el invierno.

El consumo depende de cómo generas el calor o el frío

No es lo mismo enfriar una casa que calentarla, y tampoco da igual con qué sistema lo hagas. Por ejemplo, cuando usas el aire acondicionado en modo frío, lo que hace es extraer el calor del interior y expulsarlo fuera. Es un proceso muy eficiente, que necesita relativamente poca energía para funcionar.

En cambio, muchos sistemas de calefacción tradicionales —como radiadores eléctricos, estufas o calderasgeneran el calor desde cero, lo que suele implicar un consumo más alto, especialmente en invierno, cuando la demanda es constante.

Aquí es donde la tecnología marca la diferencia. Las bombas de calor Mitsubishi Electric no generan calor de forma directa. Aprovechan hasta el 80 % del calor del aire exterior —una fuente gratuita y renovable— y solo necesitan un 20 % de energía eléctrica para funcionar.

¿Y si hablamos de equipos modernos con bomba de calor?

Aquí es donde las cosas cambian. Si tu aire acondicionado también incluye bomba de calor, puedes usarlo para calentar tu hogar de manera eficiente y con bajo consumo, ideal para el día a día en casa.

Una bomba de calor inverter no “genera” calor como una estufa: simplemente invierte el ciclo para absorber el calor del aire exterior (incluso en invierno) y llevarlo al interior. Este proceso puede llegar a ser tres o cuatro veces más eficiente que un radiador convencional.

Este sistema es altamente eficiente durante todas las estaciones del año. Equipos como la serie MSZ-AY/AP ofrecen calor inmediato con consumos mínimos, programación inteligente y funcionamiento silencioso. Ahora además, trae WiFi integrado de serie para que puedas controlarlo desde cualquier dispositivo móvil.

El aislamiento importa (y mucho)

Un detalle que muchos olvidan: tu sistema puede ser eficiente, pero si tu casa no está bien aislada, todo ese calor se escapa.

Puertas mal selladas, ventanas sin doble acristalamiento o paredes frías obligan al equipo a trabajar más tiempo… y consumir más.

En una vivienda con buen aislamiento, una bomba de calor puede mantener el confort durante horas sin volver a encenderse.

Más allá del consumo: confort, sostenibilidad y control

Además del ahorro directo, hay otras razones para considerar una bomba de calor como opción principal:

  • Temperatura estable: no hay subidas y bajadas bruscas como con otros sistemas.
  • Control total: puedes programarla, activarla desde el móvil, o incluso dejar que sensores inteligentes ajusten el funcionamiento (como en la MSZ-LN Kirigamine Style).
  • Menor impacto ambiental: no hay combustión, no hay gases nocivos, al usar el aire exterior como fuente, es considerada una energía renovable y es más respetuoso con el planeta.
  • Diseño y silencio: modelos como el MSZ-EF Kirigamine Zen ofrecen prestaciones de alto nivel con estética cuidada.

Ventajas claras de la bomba de calor

Beneficio ¿Por qué importa?
Calor y frío en un solo equipo Uso todo el año sin duplicar sistemas
Alta eficiencia energética Ahorro en la factura y consumo optimizado
COP entre 3 y 5 Más calor por cada kWh de electricidad
Emisiones mínimas Climatización más sostenible
Compatible con energías renovables Menor huella de carbono
Silencio y control inteligente Más confort y flexibilidad

Entonces… ¿qué gasta más?

Si te haces esta pregunta, probablemente estés planificando cómo afrontar los meses fríos sin gastar de más. Y la respuesta es clara: el calor suele costar más que el frío, pero no tiene por qué ser así si eliges el sistema adecuado.

Una bomba de calor moderna consume menos que muchas calefacciones tradicionales y ofrece calor inmediato con control total. Además, puedes usarla también en verano como aire acondicionado, haciendo tu inversión más rentable.